Muchas veces al comenzar el año, escribimos y pensamos qué nos gustaría hacer para el año que recién comienza. Expresamos nuestros deseos, sueños y metas. Quizá nos ponemos muy detallistas con objetivos para cada área de nuestra vida, creamos lineas de acción y todo. Pero muchas veces todo lo que nos planteamos hacer queda en el olvido. Quizá lo escribimos y lo dejamos en un cuaderno que no volvemos a leer durante todo el año.
El año pasado en vez de hacer el clásico plan anual con objetivos y metas por cumplir, decidí tomar un camino distinto y definir un mantra anual, lo cual me trajo muchos aprendizajes que te quiero compartir.
Para ponerlo en términos simples, un mantra quiere decir «liberar la mente» (proviene del sánscrito: man: mente; tra: liberar) y se representa mediante una palabra u oración. Puede ser algo simple como «Yo soy amor», «Yo soy libertad», «Yo soy coraje», «Yo soy claridad».
Definir un mantra anual pone el foco en una cualidad o intención que queremos desarrollar en el año. En una simple frase podemos englobar una intención o deseo, sin entrar en detalles de tareas/propósitos/pasos a seguir/metas.
No te preocupes, una cosa no reemplaza a la otra. No está mal tener objetivos y metas. Este enfoque es solo un recurso complementario. Puede resultar en un salvavidas para los momentos difíciles o ser una guía que te impulse a la acción.
La idea es que lo tengamos presente en forma diaria, todos los días del año. Si fuese un texto largo es muy probable que no lo tengamos presente siempre. Es muy probable que al pasar el tiempo lo olvidemos. Un mantra anual tiene que ser algo simple, importante para vos, que te resuene, que te vibre.
Para empezar a bajarlo a tierra voy a compartirte cuál fue mi mantra de año pasado y lo que significó para mi. Mi mantra del 2018 fue: «Yo soy Abundancia».
Puedo decir que el año pasado fue abundante en varios aspectos:
- Viajes: estuve viajando por Europa y el Sudéste Asiático. Durante 5 meses del año fue solo viaje y el resto mientras trabajaba de forma remota. En total 10 meses de viaje.
- Relaciones: Me encontré con personas maravillosas en el camino y logré un nivel de intimidad como nunca lo había experimentado en mi vida.
- Trabajo: Cuando lo necesité puede generar una oportunidad de trabajo que me permitió (y me permite actualmente) sustentarme cómodamente trabajando solo 3 días por semana. Además comencé finalmente a dar sesiones de coaching y ¡logré mi primer cliente! Que gratificante se siente que te paguen por ayudar a otros, por hacer lo que amás.
- Propósito de vida: A pesar de que hace años vengo trabajando en mi crecimiento personal, en el 2018 sentí más claro mi propósito lo que me dió más determinación para actuar y empezar a vivirlo plenamente. Mi propósito es BRILLAR.
- Dinero: Dejé atrás muchas trabas mentales que tenía respecto a este tema (todavía es un trabajo en proceso) y pude generar ahorros y mejorar mi relación con el dinero.
- Desarrollo personal: Hice un entrenamiento de coaching que me acercó a un grupo de personas increíbles de los cuales aprendí muchos recursos para aplicar en mi propia vida y ayudar a otros.
- Amor: sentí amor puro, incondicional. Esto me dió energía extra para comenzar mi proyecto de coaching y definir claramente mi propósito.
Fuera de cualquier tipo de objetivo o meta que pudiese tener, todo lo que me sucedió lo veo vinculado con la abundancia. No tuve momentos de escasez realmente. Hubo una sola etapa en el que casi me quedo sin dinero. Pero rápidamente conseguí quién me aloje y conseguí un empleo. Desde ya, todo depende del significado que cada uno le de a la palabra «abundancia». Para mi significa saber que ya soy/tengo todo lo que quiero ser/tener, que soy un ser completo. Es tener esa certidumbre.
La importancia de las palabras
La elección del mantra «Yo soy Abundancia» es simple, pero no es casual.
La palabra YO nos pone como protagonistas. Nos pone en el centro de lo que queremos SER. Si escondemos al sujeto (Yo), la intención se pierde, se diluye.
La palabra SOY nos evoca al presente y nos empodera partiendo de la base de lo que somos o tenemos ahora. No es recomendable elegir palabras o frases que nos pongan en un estado actual de escasez. Un ejemplo sería elegir alguna de las frases: «Yo quiero ser…», «Me gustaría ser…», «Me gustaría tener…». Si mantenés esa intención todos los días del año, lo que vas a hacer es atraer más necesidad a tu vida. Al decir una de estas frases, implícitamente estás diciendo que todavía «no sos», que necesitas algo para SER. Si proyectas necesidad vas a recibir más necesidad en creces.
Por eso, el «SOY» se refiere a tu estado actual. Pero claro, si actualmente sos eso que decís que querés ser, entonces ¿para qué definir un mantra anual con esa intención? Definir un mantra permite que esa intención/cualidad se manifieste o aumente en tu vida. Si sos escéptico podés pensar que vos mismo condicionás tu mente para SER eso. Si creés en algo más grande que vos, podés pensar que proyectas esa energía al universo y, por ende, vas a recibir más de lo mismo. Sea cual sea tu sistema de creencias, definir un mantra anual puede servirte para apoyar y acompañar tu desarrollo en el presente año. Como dije antes, es un recurso, una herramienta más.
Por eso la importancia de comenzar con «Yo soy…». Al usar esta frase, podemos conectar inmediatamente con lo que somos HOY. Sin tener que esperar a que pase algo para SER. Nosotros somos AHORA, en este instante. Solo a partir de lo que tenemos/somos podemos seguir creciendo como individuos, ya que si siempre ponemos el foco en lo que FALTA, nunca vamos a lograr obtener/ser ya que vamos a estar vibrando en escasez, en la falta.
La palabra «abundancia» se puede reemplazar por cualquier palabra que resuene con vos en este momento. La elección de esta palabra es importante y no tiene que venir tanto de tu mente, sino más de lo que te dicte el corazón o tu intuición. Si te ponés muy mental para elegir esta palabra la vas a perder de vista con el tiempo. Te la vas a olvidar, la vas a descartar. Definir un mantra desde tu intuición o corazón, crea un anclaje emocional al que siempre podes volver.
Lo que me pasó la primera vez que definí mi mantra, es que quería elegir muchas palabras. Tenía un listado de varias palabras que indicaban lo que quería SER o trabajar en el año. No hace falta que intentemos acaparar todo. Porque eso nos saca de foco, dispersa la energía en distintas direcciones y nuestra verdadera intención se disipa.
Pasos para definir tu mantra
Paso 1: Encontrá o generá un momento de paz y tranquilidad en el que no tengas interrupciones. Obviamente el teléfono en modo avión como mínimo 😉 . Te recomiendo tener a mano un anotador y lapicera.
Paso 2: Adoptá una postura cómoda. Bajá unas revoluciones si te notás medio ansioso. Tomá unas respiraciones profundas hasta estar tranquilo.
Paso 3: Sentí qué palabra te resuena. Comenzá diciendo: «Yo soy…», y esperá. Esperá a que se presente la primer palabra que te venga a la mente, la primer palabra que sientas. Sin juzgarla, sin pensar si está bien o mal. Simplemente decila.
Paso 4: Repetí el proceso. Decí nuevamente «Yo soy…» y elegí otra palabra. Podes ir tomando nota de cada palabra que surge a medida que repetís el proceso una y otra vez. No hay un límite. Digamos que con 5-10 palabras está más que bien.
Si necesitas un poco de inspiración, algunas palabras que podés utilizar son: amor, abundancia, creación, creatividad, poder, aceptación, autenticidad, respeto, compasión, dialogo, comunicación, coraje, libertad, claridad, poder creativo, apertura, gratitud, energía, Dios, unión, solidaridad, contribución, expansión.
No pienses que tenés que ser original y elegir una palabra que nadie elija. Lo único que importa es que esa palabra, esa cualidad resuene con vos. Que te vibre. Que cuando la decís la sientas, que se te dibuje una sonrisa en el rostro quizá. Por eso es importante que tengas un momento de tranquilidad y conexión con vos mismo.
Paso 5: Refiná. Una vez que escribas varias palabras, llega el momento de filtrar y refinar la elección.
Repasá el listado tomándote tu tiempo para decir «Yo soy …». Y si no sentís nada al decirlo, si te gusta la palabra pero no te resuena, simplemente descartala. Solamente dejá las que tengan más impacto para vos. Tomate unos segundos entre cada vez que lo decís. Si lo decís todo rápido y todo junto no vas a llegar a distinguir qué palabra resuena realmente con vos.
Puede ser que al finalizar el proceso no te decidas. Que te queden 2 o 3 palabras. No hay problema. Vas a usar el mantra durante todo un año asique no hay apuro de definirlo bien a la primera. Podés comenzar con varias palabras y listo. Por ejemplo, si elegís «abundancia» y «claridad», el mantra quedaría «Yo soy abundancia. Yo soy claridad» o «Yo soy abundancia y claridad». A medida que lo repitas cada día, si sentís que una palabra tiene más fuerza o peso que otra, sentite libre de descartar la que sobra. Insisto, solo quedate con la que te resuene más fuerte.
Fuera de la palabra que elijas, es importante que vos mismo tengas muy claro qué significado tiene para vos esa palabra. Por ejemplo, mi concepto de abundancia puede ser muy distinto al que tienen otras personas. Quizá otras personas asocian abundancia solo a lo relacionado con el dinero o bienes materiales. Pero también puede estar relacionado a tener buena salud, mejores relaciones personales, más claridad mental, más amor, etc. Las palabras son importantes, pero más importante es el significado que tienen para nosotros. Porque a partir del significado que le des, se va a manifestar tu intención.
Mi mantra para el 2019
Siguiendo los pasos que te acabo de compartir, definí mi mantra para este año, que es: «Yo soy amor». Para mi, amor significa conexión, aceptación, compasión y estar presente para mi y para otros. Significa estar conectado conmigo y con todo lo que me rodea. Significa actuar desde el corazón, tener el coraje para superar miedos y vivir en mi máximo potencial. Significa actuar, no quedarme con una sensación linda y listo, sino poner el corazón en todo lo que hago.
Con este conjunto de intenciones es como quiero encarar el año. Y me alcanza solo una palabra para mantener esta energía presente en mi día a día. Lo adosé a mi ritual matutino. Una vez que estoy en un lugar tranquilo y sereno y me encuentro cómodo, repito «Yo soy amor» de 3 a 5 veces, dejando una breve pausa en el medio por cada repetición. Me doy ese tiempo para sentirlo. No solo decirlo como una maquina, sino hacerlo presente en mi vida.
Tu propia manera
Como siempre, no existe una fórmula única. No existe un mantra bien hecho y otro mal hecho. Podés definir un mantra más largo si querés. Sentite libre de crear. Esto es para vos. Tanto la forma de crearlo como la de apropiártelo. Lo podés recitar cada día, o simplemente recordarlo, o imprimirlo y pegarlo en un lugar que lo tengas visible. Lo que vos sientas va a estar bien. El fin es el mismo, mantener foco en una cualidad o intención que queres desarrollar en el año.
—
Espero te haya gustado mi experiencia, y si lo sentís que puedas compartir conmigo tu mantra y qué significa para vos 🙂
Deja una respuesta