¿Cuántas veces te frenás de llevar a cabo un proyecto por el mero hecho de que no es perfecto o no estás preparado lo suficiente?. Pero, ¿cuándo se alcanza esa perfección o cuándo es suficiente?.
Si tratás de contestarte estas preguntas vas a darte cuenta de que el límite lo ponés vos. De hecho, lo más probable es que ese límite no exista o bien esté tan lejano que nunca podrá ser alcanzado (salvo en nuestra imaginación en la que todo se puede).
Algunos ejemplos que encuentro en mi entorno son:
- «No puedo sacar fotos en eventos porque no soy fotógrafa profesional».
- «No voy a publicar mi blog porque no tengo un buen diseño y todavía tengo que pensar un artículo muy bueno para empezar».
- «Me apasiona pintar pero mis cuadros no son tan buenos para que alguien los quiera comprar».
Para los que son muy exigentes y perfeccionistas no es aceptable equivocarse, de hecho está mal visto. «No tengo 15 años, no lo puedo hacer así nomás». ¡Es mejor hacerlo así nomás que no hacerlo! o como dice el dicho:
¡Mejor hecho que perfecto! Clic para tuitearEn vez de accionar dejamos que nos invadan los comentarios ajenos o hasta fantaseamos con el qué dirán. No estamos dispuestos a reconocer que quizá nos equivocamos, que quizá no salió bien de entrada. Mantener esta postura puede resultar en una traba muy grande que debemos modificar si queremos ser protagonistas en vez de espectadores de nuestra propia vida.
No te voy a decir que «pienses que podés hacerlo, que lo vas a lograr». La respuesta no está en pensar que podés, la respuesta está en HACER. La estructura mental no la vas a cambiar pensando, sino actuando. Para algunos va a requerir ir en contra de sí mismos, haciendo algo que no harían habitualmente. El hacer te va a llevar por un camino distinto del de pensar cómo hacerlo o cómo sería mejor. La experiencia de haberlo vivido te va a mostrar una perspectiva distinta de las cosas como las ves ahora.
Un proyecto no evoluciona en nuestra mente, sino cuando lo llevamos a cabo. Clic para tuitearCuando empieces a hacer te van a surgir nuevas ideas, vas a mejorar a medida que avances paso a paso. Actuar te dará un punto de referencia desde el cual podrás evolucionar. Si pretendemos evolucionar desde nuestra mente nunca lograremos resultado alguno, porque el pensamiento no tiene límites, nunca será lo suficientemente bueno y nunca será tan perfecto.
Rompé hoy mismo con la estructura que tuviste siempre y que tantas veces te limitó. Animate a probar algo distinto que te saque de ese lugar. Te repito, no tenés que pensar, sino HACER. No luches con vos mismo, dejá que los hechos que se producen a medida que das cada paso moldeen tu forma de pensar y no al contrario.
¡Es el momento de hacer!, no le des más vueltas y da el primer paso.
Deja una respuesta